Polylepis tarapacana (lat. Polylepis tarapacana) - gülçiçəyikimilər fəsiləsinin polylepis cinsinə aid bitki növü.
Polylepis tarapacana (lat. Polylepis tarapacana) - gülçiçəyikimilər fəsiləsinin polylepis cinsinə aid bitki növü.
Puna qiwuña (Polylepis tarapacana) nisqaqa huk laya qiwuñam, kimsamanta pusaq mitrukama hatun sach'am, Chawpi Antikunapi wiñaq. Sajama mamallaqta parki nisqapi mama quchap hawanmanta 5200 mitrumanta aswan hanaqmi wiñan. Lliw sach'akunamanta aswan hanaq wiñaqmi.
Puna qiwuña (Polylepis tarapacana) nisqaqa huk laya qiwuñam, kimsamanta pusaq mitrukama hatun sach'am, Chawpi Antikunapi wiñaq. Sajama mamallaqta parki nisqapi mama quchap hawanmanta 5200 mitrumanta aswan hanaqmi wiñan. Lliw sach'akunamanta aswan hanaq wiñaqmi.
La keñua o queñoa de altura (Polylepis tarapacana) es una especie de planta con flor de la familia de las rosáceas (Rosaceae). La especie se distribuye a lo largo de la Cordillera Andina en el Altiplano de Perú, Chile, Bolivia y Argentina.
La especie se distribuye en un rango de altitud de entre 3900 y 4700 msnm, algunos individuos aislados pueden llegar hasta 5200 msnm en el parque nacional Sajama. Es conocida mundialmente porque en su distribución la especie alcanza más altitud que cualquier otro árbol en el mundo.
Habita principalmente cerros y laderas volcánicas rocosas.
En Bolivia, P. tarapacana forma bosques en el altiplano que incluye vegetación típica de la región árida como Festuca orthophylla, Parastrephia lepidophylla y Parastrephia quadrangularis. En bosques conservados, se encuentra comunmnete Mutisia lanigera. Los bosques se encuentran desde los 3900 hasta 4800 msnm a lo largo de la cordillera Occidental y el Altiplano de Bolivia en zonas áridas y frías. Desde la región oeste del departamento de La Paz hasta el sudeste del departamento de Potosí.[2]
La especie incluye árboles (1 a 3,5 m de alto, hasta 8 m) y arbustos pequeños (0,5-1 m de alto). Siempre verde, tronco retorcido, posee una corteza café-rojiza la cual se desprende fácilmente en delgadas láminas.[3] Hojas compuestas, congestionadas en las puntas de las ramas, alternas, glabras en el haz, tomentosas en el envés, imparapinadas con 3 foliolos (de 7 x 3 mm). Inflorescencia tipo racimo que sale entre las vainas estipulares, 1-2 flores. Flores perfectas, actinomorfas, pequeñas e incoloras de 0,4-0,8 cm de diámetro. Fruto aquenio cubierto por tricomas glandulares o lanosos, con 3 a 4 regiones con espinas. El fruto posee una semilla.[3]
La especie puede formar híbridos con Polylepis tomentella tomentella.[3]
Floración entre septiembre y diciembre. Fructificación entre septiembre hasta diciembre.
Los principales factores que amenazan a las poblaciones de la especie son la pérdida de hábitat.,[4] extracción de leña, quemas, cambio climático e infección por el hongo patógeno, Leptosphaeria polylepidis.[5]
En algunas regiones, las poblaciones de P. tarapacana se encuentran bajo intensa explotación, especialmente por la sobre extracción de leña para ser utilizada como combustible y como fuente de carbón para las minas, especialmente minas de wolfran en la región norte de Chile. En otras regiones, particularmente a lo largo de la Coordillera Occidental de Bolivia, los bosques de P. tarapacana sufrieron de intensa explotación durante el siglo XIX hasta mediados del siglo XX. La madera extraída se quemaba para producir carbón vegetal, el cual era empleado en hornos de fundición de minas y locomotoras. Es así que en 1939, el presidente Germán Bush promulga la formación del parque nacional Sajama con la intención de proteger los bosques de P. tarapacana presentes alrededor del Nevado Sajama.
Los incendios son otro factor antrópico que afecta la estructura poblacional de los bosques de P. tarapacana. En el parque nacional Sajama, los incendios en los bosques se producen generalmente por la expansión accidental de incendios producidos en los pastizales para promover la regeneración de pastos anuales así como pequeñas fogatas utilizadas para espantar pumas.
En el parque nacional Sajama algunos individuos pueden llegar hasta 5.200 msnm, el bosque es considerado como la formación vegetal leñosa más alta del mundo.[6] En Chile se encuentra en 42.000 km²
Hay evidencia precolombina de su uso como combustible y para construcciones[7]
Keñua, queñoa de altura, queñoa del altiplano, queñoa de Tarapacá, queñoa, quiñua, keñue, kewiña, qiñwa[8]
Polylepis tarapacana fue descrita por Rodolfo Amando Philippi y publicado en Anales del Museo Nacional de Chile. Segunda Sección --- Botánica 8: 21, en el año 1891.[9]
Cuyckens, G.A.E., Christie, D.A., Domic, A.I., Malizia, L.R. & Renison, D. (2016) Climate change and the distribution and conservation of the world’s highest elevation woodlands in the South American Altiplano. Global and Planetary Change 137, 79-87.
La keñua o queñoa de altura (Polylepis tarapacana) es una especie de planta con flor de la familia de las rosáceas (Rosaceae). La especie se distribuye a lo largo de la Cordillera Andina en el Altiplano de Perú, Chile, Bolivia y Argentina.
Polylepis tarapacana nommée keñua et queñoa de altura en espagnol, est une espèce d'arbres à fleurs du genre Polylepis de la famille des Rosaceae. L'espèce est distribuée le long de la cordillère des Andes, dans l'altiplano.
Polylepis tarapacana se présente sous la forme d'arbre de 1 à 3,5 m de haut, pouvant atteindre 8 m ou sous la forme de petits arbustes mesurant de 0,5-1 m de haut. Son tronc généralement tordu est recouvert d'une écorce brun rougeâtre qui se détache facilement en fines lamelles. Ses feuilles persistantes sont composées, alternes, glabres sur la face supérieure, tomenteuses sur la face inférieure, imparapennées avec 3 folioles mesurant 7 mm de long pour 3 mm de large. Ses inflorescences sont des racèmes émergeant de stipules. Ses fleurs actinomorphes sont petites, incolores et mesurent de 4 à 8 mm de diamètre. Les fruits sont des akènes couverts de poils glanduleux ou laineux, avec 3-4 rangées d'épines. Sa floraison est printanière, de septembre à décembre[1].
Le keñua forme des bosquets typiques des régions arides où d'autres plantes lui sont associées comme Festuca orthophylla, Parastrephia lepidophylla, Parastrephia quadrangularis et Mutisia lanigera[1].
Il est présent dans l'altiplano au Pérou, au Chili, en Bolivie et en Argentine où il vit sur les collines et les pentes volcaniques rocheuses entre 3900 et 4700 m d'altitude, et exceptionnellement jusqu'à 5200 m d'altitude dans le Parc national Sajama[2].
Cet arbre a été utilisé par les peuples précolombiens comme combustible et pour la construction[3]. Polylepis tarapacana a été surexploité durant les XIXe et XXe siècles pour la production de charbon de bois pour les four à fusion des mines et des locomotives. C'est dans le but de protéger les populations autour du Nevado Sajama en Bolivie que le Parc national Sajama a été créé en 1939[4]. Ses populations sont également limitées par les feux de prairies.
Polylepis tarapacana nommée keñua et queñoa de altura en espagnol, est une espèce d'arbres à fleurs du genre Polylepis de la famille des Rosaceae. L'espèce est distribuée le long de la cordillère des Andes, dans l'altiplano.