dcsimg

Amenazas ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Factores de riesgo

Se estima que la población del manatí antillano era de varios miles cuando los europeos llegaron a lo que conocemos como Estados Unidos. Desafortunadamente la carne se consideraba como exquisita, además del hecho de que estando seca dura alrededor de 1 mes y si se sala puede durar hasta 3 meses (True, 1884). La explotación de los manatíes también se daba para obtener aceite y piel. Más directamente el hombre ha contribuido en su declinación al alterar el hábitat de la especie al verter en éste desperdicios y aguas residuales, así como al dragar y rellenar zonas. Por otro lado los derrames petroleros son un problema potencial, así como las excavaciones en ciertas zonas, aunado al incremento en el tránsito de embarcaciones petroleras en el Golfo de México. Muchos de estos factores destruyen las fuentes de alimento de la especie directamente o contribuyen a incrementar la turbidez del agua, ocasionando que la vegetación de la cual se alimenta la especie no capte suficiente luz solar que permita su crecimiento. Sin embargo, la actividad del hombre ha traído también beneficios para los manatíes, ya que los efluentes de aguas cálidas que surgen de plantas de poder o plantas industriales proveen de refugios a los manatíes, así como los nuevos canales que se abren en ciertas áreas les ofrecen nuevos hábitats protegidos.
Quizá la principal fuente de muertes actualmente, por lo menos en Estados Unidos, es por colisiones con barcos y barcazas, principalmente con las propelas de las embarcaciones (Caldwell y Caldwell, 1985). La acción de abrir las compuertas de los diques para abrir cauces afectan drásticamente a los manatíes ya que estos son arrastrados cuando se da el intercambio de agua y se ahogan, este tipo de actividades se llevan a cabo en el hábitat de esta especie. Enmallamientos accidentales con redes y líneas también los ahogan (Brownell et al., 1978).
Hartman (1974) sugirió que reducir el límite de velocidad de los barcos y la supervisión de buzos SCUBA que llegan a molestar a los animales y que generalmente los conducen ha hábitats menos adecuados para ellos en los refugios de los manatíes son las soluciones que no deben despertar demasiada resistencia del público. La caza furtiva es otro problema importante el cual aumenta o disminuye dependiendo del precio y disponibilidad de otro tipo de carne, de esta manera la alta incidencia de esta actividad puede ser anticipada al analizarse los altos niveles de inflación del país en cuestión. Ha surgido también una actitud de hostilidad hacia la especie en algunos sectores no insignificantes de la población, por lo cual programas de educación han sido creados para combatir este comportamiento (Brownell et al., 1978).
Para México, Colmenero et al. (1988) mencionan que la cacería y el deterioro del hábitat son las principales causas de la declinación del manatí.
Zárate (1990) sugirió en su investigación el incrementar la vigilancia en el área para reducir o evitar la cacería clandestina, así como continuar con el patrullaje de los barcos de la Armada de México por el cauce del Río Hondo y realizar visitas periódicas a los diferentes poblados que se encuentran cercano al área para que la aplicación de las leyes tenga un efecto importante en la protección del manatí. Por otro lado, iniciar programas educativos y de divulgación acerca de la especie para que la gente comprenda la importancia ecológica de esta y de su hábitat. Trabajar en conjunto con Belice para elaborar un plan de protección de la especie en las áreas correspondientes y continuar con más estudios sobre la biología y ecología del manatí para elaborar en el futuro propuestas de lugares de protección de la especie y llegar a la recuperación.
De acuerdo con Ortega et al. (1996), en Veracruz las amenazas identificadas para la especie son el uso directo del manatí como recurso alimenticio y el riesgo de enmallamientos en redes agalleras.
El peligro para la especie consiste en accidentes con embarcaciones, chocar contra estructuras que controlen inundaciones o desbordamientos de presas o ríos, estrés térmico (al frío) y blooms algales tóxicos. Además son vulnerables al desarrollo costero y a las catástrofes industriales.
Otro problema potencial consiste en el crecimiento turístico en ciertos lugares como cenotes y caletas. Se ha sugerido que actividades humanas realizadas en el invierno, como lo son navegar o bucear en manantiales cálidos, pudieran hacer que los manatíes se dirigieran hacia áreas más frías, en donde su resistencia hacia dichas enfermedades respiratorias disminuiría. Se ha observado que los manatíes son susceptibles de contraer neumonía y otras enfermedades branquiales.
Otra causa importante de mortandad de manatíes son las infecciones causadas por ingerir objetos extraños como anzuelos (Forrester et al., 1975). Por otro lado, al parecer, los manatíes sufren de una gran cantidad de problemas de piel en cautiverio, situación que se puede revertir al cambiar la salinidad del agua en que se mantienen, al parecer los movimientos que realizan estos organismos en su medio natural de aguas dulces a salinas pudieran estar relacionadas con esto, por lo cual, si el hombre sigue alterando su hábitat o las zonas donde estos organismos se congregan, estos podrían padecer de este tipo de problemas (Caldwell y Caldwell, 1985). Otra causa de mortandad resulta de la infección de heridas ocasionadas por arpones o propelas.

Situación actual del hábitat con respecto a las necesidades de la especie

Es una especie costera y se ve drásticamente afectada por los impactos costeros causados por el hombre. El hábitat de la especie en lo que corresponde al Golfo de México se ve severamente afectado por la actividad humana, principalmente por la extracción de petróleo.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Biología ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Antecedentes del estado de la especie o de las poblaciones principales

En México son escasos los trabajos que se han hecho sobre la especie, y la mayoría de estos están enfocados a conocer la presencia del manatí en sus áreas de distribución en los diferentes estados de la República.
Los trabajos referentes a la distribución de la especie son de Gaumer (1917); Allen (1942); Álvarez (1963); Miller y Kellog (1955); Lluch (1965); Halll y Dalquest (1963); Jones y Lawlor (1965); Phillip y Fisher (1970); Campbell y Gicca (1978); Villa y Colmenero (1981); Gallo (1983); Bradley (1983); Colmenero (1984); Colmenero y Hoz (1986); Álvarez et al. (1987); Johnson et al. (1987); Fuentes et al. (1987); Johnson (1988); Fuentes y Aguayo (1989); Colmenero y Zárate (1990).
Para el estado de Quintana Roo, los trabajos que se han hecho, principalmente están enfocados a la presencia y distribución del manatí, así están los de Gaumer (1917), el cual menciona la presencia de manatíes en las costas del estado. Campbell y Gicca 1978) realizaron recorridos por la costa caribeña y sus entrevistas revelaron que es rara la presencia del manatí antillano en la parte Norte de Cancún, pero que en las Bahías de Ascención y Espíritu Santo se han reportado como abundantes. Estos autores mencionan en su trabajo que en la Bahía de Chetumal sólo observaron un manatí, y refieren, según informes, que esta especie es abundante en Belice, de esta manera se concluye que son pocos los que emigran a esta bahía, probablemente porque no existen los requerimientos necesarios para su supervivencia.
Villa y Colmenero (1981) reportan que no se encuentra el manatí en las costas del Atlántico y Caribe. Gallo (1983) reporta la observación de estos mamíferos acuáticos para los cenotes y caletas de Yalku y sugiere que se protejan estas áreas del turismo, para evitar que la población remanente sea diezmada o desplazada de su área de distribución general. Colmenero y Hoz (1986) describen las áreas donde se localiza la especie en el estado de Quintana Roo y reportan que para el Río Hondo se observan ocasionalmente. Laguna Conil, al norte del estado, es una zona importante de permanencia de manatíes, mientras que en el área sur de Cancún, hacia Punta Allen, existen cenotes donde se observaban manatíes. Aguayo et al. (1986) informaron sobre los recorridos realizados en el estado y reportan ejemplares en el Río Hondo y la Bahía de Chetumal. Zacarías (1987) informa acerca de la observación de un manatí en el cenote de X-puha. Fuentes y Aguayo (1989) hacen un análisis de lo que se ha realizado para el estado especialmente por la UNAM y SEDUE en 1987 y mencionan que la distribución de esta especie presenta un gradiente que aumente de norte a sur en Quintana Roo. Colmenero y Zárate (1990) reportan que en el área norte de Quintana Roo ya no se observan manatíes desde hace 20 años, mientras que para la parte centro de Bahía de Ascención, se encontraron en número reducido y para la zona de la bahía de Chetumal y Río Hondo, los registros que se tienen son numerosos tanto de animales residentes como visitantes temporales.
Ortega y Morales (1997) estudiaron entre 1995 y 1996 la población de manatíes que habita la costa nororiental de Quintana Roo, entre Playa del Carmen y Tulum, y determinaron el uso de caletas y cenotes por el manatí del Caribe, así como el impacto del turismo en Quintana Roo.
Ortega et al. (2000) realizaron una estrategia integral para la conservación del manatí en el sistema lagunar de Alvarado, Veracruz, México, habiendo abordado este tópico desde la perspectiva ecológica sobre la situación actual de la población, la distribución de la especie con relación a los recursos disponibles y los diferentes hábitats, así como la identificación de áreas críticas para su preservación, además de la elaboración de un diagnóstico desde la perspectiva social sobre las interacciones entre las comunidades locales y el manatí con la finalidad de conocer la actitud de los lugareños hacia la especie.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Biología de poblaciones ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Tamaño poblacional

Se estimó en 1987-1988 que el tamaño mínimo de la población ubicada al sur de Quintana Roo (Bahía de Chetumal-Río Hondo) era de 60 manatíes.
De acuerdo con Olivera y Mellink (2000) para la parte norte de la Bahía de Chetumal, entre noviembre de 1998 y octubre de 1999, los números máximos de manatíes por temporada fueron 35, 43 y 25 para secas, lluvias y final de la época de lluvias, respectivamente.

Categoria de edad, tamaño o estadio

Las categorías de sexo y edad en las que se pueden diferenciar a los manatíes son en madres con cría y adultos sin cría (los cuales pueden ser machos o hembras) ya que no presentan dimorfismo sexual. En el caso de los manatíes muertos el sexo se identifica como a cualquier mamífero, por la disposición de sus aberturas genitales.
Para 1990, en el estado de Quintana Roo, el número de crías observadas fue bajo (10 durante los reconocimientos aéreos), encontrándose principalmente en lugares protegidos como canales y ríos. Se sugiere que la posible estación de nacimientos es en verano.
De acuerdo a Zárate (1990), para la porción sur de Quintana Roo, de un total de 316 manatíes registrados aéreamente en su período de estudio, el 3.16% fueron crías, las cuales se infirió que medían la mitad de la longitud del manatí acompañante, aproximadamente 150 cm.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Comportamiento ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Los manatíes pasan casi todo su tiempo en áreas donde el suministro de alimento es mayor y se menciona que los movimientos locales y regionales de estos animales están principalmente determinado por la disponibilidad de plantas preferentes y que cambian de sitio respondiendo a las necesidades de alimentación (Zárate, 1990). Best (1984) menciona que el 33% del tiempo los manatíes se la pasan comiendo, mientras que un 17% la pasan en reposo.
El manatí no es un animal gregario y la única asociación estable la conforman la hembra con su cría, considerándose así, un animal moderadamente social.
El manatí no es una especie que bucea a grandes profundidades, 10 metros es la máxima profundidad registrada en la que se ha observado un individuo (Hartman, 1971). Normalmente los individuos se desplazan entre 1 y 3 m por debajo de la superficie y se alimentan por debajo de esta, a una profundidad de 3m. El tiempo que un animal permanece bajo la superficie sin respirar depende de su tamaño y nivel de actividad. Los adultos que descansan pueden permanecer así por espacio de 15 y 20 min (Reynolds, 1977). Cuatro minutos es el promedio de duración de los individuos que descansan, respirando una vez cada vez que salen a superficie (Hartman, 1971). Los animales que se encuentran activos necesitan salir a respirar más frecuentemente.
Los manatíes son excelentes nadadores debido al movimiento vertical de su aleta caudal, la cual también funciona como timón. El límite máximo de velocidad en rachas cortas es de 25 km/hr, mientras que la velocidad de crucero es de entre 4 y 10 km/hr. Durante el nado, las aletas pectorales se mantienen cerca del pecho, pero son utilizadas también a manera de instrumentos para caminar en el fondo, aunque si el animal nada lentamente, éstas servirán para dar la vuelta (Hartman, 1979). Los neonatos comienzan su vida nadando, utilizando únicamente sus aletas pectorales, pero aprenden rápidamente a utilizar su aleta caudal después (Moore, 1956, 1957).
Los manatíes no muestran constancia en cuanto al momento del día en que se alimentan, descansan, socializan o realizan otras actividades. El comportamiento nocturno es similar al que tienen durante el día, con similares arrebatos de actividad (Hartman, 1971).
Schevill y Watkins (1965) fueron los primeros en grabar sonidos de manatíes, los cuales eran cortos (menor a 0.5 seg) y de baja frecuencia (menor a 5 kHz) y volumen (de 10-12 dB por arriba del ambiente a una distancia de entre 3 y 4 m). Estos sonidos generalmente consisten en 2 ó más frecuencias que no están armónicamente relacionadas, pero que cada componente puede exhibir armónicas. Hartman (1979) reportó que el manatí antillano de Florida produce chillidos, aunque normalmente permanecen en silencio. Se percató de que estos sonidos se producían con la boca y los nostrilos cerrados y de que no estaban relacionados con escape de aire. Este mismo autor encontró que estos sonidos únicamente se producen bajo las condiciones de miedo, molestia o irritación, protesta, conflictos internos, juegos y excitación de los machos. Tampoco encontró evidencia para apoyar la idea de que estos sonidos fueran para la navegación y más que tener fines de comunicación son producidos impulsivamente. Por otro lado, este mismo autor encontró que el único intercambio vocal predecible fue un "dueto de alarma" producido por una hembra con su cría, en la cual la hembra llamaba a la cría y esta respondía. Sin embargo, las crías también vocalizan independientemente de si son o no molestados y las madres responden generalmente a menos que se encuentren descansando. Las vocalizaciones entre madres y crías aparentemente se incrementan cuando la pareja se encuentra en aguas turbias, indicando que se mantienen los animales en contacto con poca visión. Hartman (1979) también cree que los manatíes son capaces de reconocer otros individuos por las tenues variaciones en los sonidos de cada animal.
Los manatíes son animales moderadamente sociales, a excepción de las actividades básicas que realizan como es la cópula o la interacción entre una madre y su cría. Cada individuo aparentemente lleva a cabo sus propias actividades la mayor parte del tiempo siendo independiente de otros. Reynolds (1979) notó que los manatíes antillanos eran capaces de coordinar su comportamiento y que podían nadar sincrónicamente. Los manatíes pueden llegar a formar agregaciones, generalmente en un grupo de ambos sexos o de cada uno, consistiendo principalmente en animales de tamaño similar, excluyendo a los infantes. Estas agregaciones generalmente ocurren en respuesta a los estímulos ambientales, como por ejemplo las bajas temperaturas. Al parecer los manatíes solitarios no necesariamente regresan al mismo refugio en invierno, pero al parecer andan vagando dentro de cualquier manantial, estuario o río que crean conveniente. Puede haber algo de interacción entre los individuos, pero esta consiste más que nada en roces y caricias. No hay ningún tipo de estabilidad en los grupos que se puedan formar de manatíes ni hay tampoco ningún tipo de cohesión entre ellos. No hay registros de ningún tipo de lazo afectivo entre los manatíes, ni tampoco hay evidencia de agresión entre ellos.
La actividad de un manatí, sea de descanso, alimentación y respiración inducen a otros individuos a realizar el mismo tipo de comportamiento (Hartman, 1979). No hay ningún registro que revele que los manatíes sean inteligentes, pero un manatí en cautiverio se entrenó para realizar ciertos actos bajo órdenes (Moore, 1951b). Gómora y Bustamante (2000) llevaron a cabo el entrenamiento de una cría de manatí antillano como herramienta para la toma de muestras biológicas en el parque Xcaret, México con éxito.

Ámbito hogareño

Pueden realizar movimientos estacionales extensivos de zonas someras hacia zonas más profundas, hasta alcanzar los 1,700 km de viaje redondo (Wynne y Schwartz, 1999).
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Conservación ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
En 1921 y posteriormente en 1925 se formula un acuerdo en el que se establece una veda absoluta para la pesca del manatí en las aguas del Golfo de México, Mar de las Antillas y en todas las aguas interiores de los Estados del Golfo y Mar Caribe (Secretaría de Agricultura y Fomento, 1921 y 1925). La Secretaría de Marina (1934) reitera el acuerdo en el que se establece veda de la captura del manatí. En este acuerdo se establece una veda relativa, local y temporal con una duración de 10 años a partir de la fecha de publicación, quedando absolutamente prohibido perseguir, molestar, cazar o capturar manatíes, en toda la extensión en donde habitase en aguas nacionales de México. Posteriormente se formula un decreto en el que se establece veda absoluta, general y definitiva, para la pesca en toda la República (Secretaría de Marina, 1945). El último decreto publicado en el Diario Oficial establece veda total y permanente en toda su área de distribución (Secretaría Pesca, 1981).
En el artículo 35 del Calendario Cinegético Oficial (Temporada 89-90) señala que el manatí es una especie amenazada que no debe ser capturada, estableciendo veda permanente (Secretaríade Desarrollo Urbano y Ecología, 1989). En la Ley Federal de Derechos de la Temporada 1990 (Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1990) se menciona una multa de $19,561,000.00 para el que viole esta disposición, Sin embargo, los esfuerzos para la protección de esta especie han sido casi nulos, puesto que el inminente deterioro de sus hábitats, provoca que se reduzca su área de distribución resultando una disminución de la población.
En 1996 se declaró la Bahía de Chetumal, Quintana Roo como Zona Sujeta a Conservación Ecológica y Santuario del Manatí.

лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Crecimiento ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Tasa de crecimiento

La tasa de crecimiento es de 0.129cm/día según Odell (1981) para el manatí de la forma latirostris, en contraste con el reportado por Johnson et al. (1987), los cuales sugieren tres estaciones del año donde ocurren nacimientos (primavera, otoño, en invierno) para la población de Tabasco.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Descripción ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
La apariencia general del manatí es la de un organismo masivo con una aleta caudal redondeada y comprimida horizontalmente. No hay extremidades posteriores, sin embargo, poseen extremidades anteriores muy flexibles, con la forma de remos, que le permiten al animal el fácil movimiento en el fondo, así como rascar, tocar e incluso abrazar otros manatíes, además de llevar alimento a su boca o limpiar ésta. Cuentan con uñas rudimentarias en la punta del segundo, tercero y cuarto dígito, sin embargo generalmente se llegan a desgastar hasta el punto en que no se llegan a ver externamente.
Hay únicamente una glándula mamaria en la axila, por detrás de cada aleta pectoral.
El manatí tiene una cabeza relativamente pequeña, generalmente rodeada por pesados pliegues y no presenta un cuello, es el único mamífero con 6 vértebras cervicales. El rostro es cuadrado, con labios suaves, carnosos y movibles, además de contar con vibrisas rígidas. Su cuerpo está casi desprovisto de pelo, sin embargo, los que se llegan a presentar son cortos y finos. El manatí cuenta con un par de nostrilos, los cuales se cierran cuando bucea el animal y que se abren a lo ancho cuando sale a la superficie a respirar.
La coloración del manatí va de gris a café en los adultos y es más oscuro en las crías. Los animales adultos presentan generalmente muchas cicatrices y además pueden llegar a estar cubiertos con algas, balanos y otras incrustaciones que oscurecen el patrón básico de pigmentación. La piel de los animales adultos es muy gruesa, con hasta casi 6cm de espesor. No hay un notorio dimorfismo sexual más que la posición de las aberturas genitales. Las hembras son más pesadas que los machos de longitudes similares. Husar (1977) menciona que los adultos llegan a medir entre 2.5-4.5m, con pesos de 200 y 600kg respectivamente, sin embargo pueden llegar a alcanzar los 1,600 kg de peso (Wynne y Schwartz (1999). Lowery (1974) reporta que las crías al nacer pesan entre 18 y 27kg y miden aproximadamente 1m. La longitud y peso máximo de la subespecie no se ha documentado, pero al parecer llegan a alcanzar una longitud corporal de hasta 3.5 m y un peso de 1 ton. La longitud promedio de un adulto es de quizá 3 m, con un peso de 500 kg. La forma del cuerpo de la subespecie es la típica de todos los manatíes, cilíndrica, ahusado en ambos extremos. Posee uñas y otras características similares a las del manatí de la Florida (Trichechus manatus latirostris), sin embargo, externamente no se puede distinguir la subespecie, ya que esta distinción está basada en un análisis extenso y cuantitativo de características craneales (Reynolds y Odell, 1991).
Los huesos de los manatíes son extremadamente densos y la mayoría carecen de cavidades medulares, por lo tanto el esqueleto es muy denso, es decir, paquiostótico. Al parecer, los manatíes presentan esta característica como resultado de una baja tasa metabólica o por un desarrollo retardado. Se cree que el presentar un esqueleto de este tipo le permite a cada individuo incrementar su gravedad específica, contribuyendo a que estos animales sedentarios mantengan una flotabilidad neutra en aguas tranquilas, revirtiendo la flotabilidad positiva ocasionada por sus enormes pulmones y el gas intestinal generado por los microorganismos que digieren la celulosa de las plantas con las cuales se alimenta.
El cráneo del manatí antillano es ancho con un rostro relativamente corto y con una base nasal expandida, con una mandíbula inferior masiva. Los dientes molariformes se reemplazan desde atrás y conforme los dientes anteriores se van desgastando por la abrasión excesiva de la arena que viene en las plantas que consumen, se caen. En la mandíbula superior e inferior se presentan entre 6 y 12 dientes, aunque usualmente hay entre 5 y 7 dientes funcionales en ambas y se estima que se obtendrán entre 20 y 30 dientes por mandíbula superior e inferior durante el período de vida de cada individuo. Estos dientes son braquiodontos, con esmalte y carecen de cemento. De acuerdo a Harrison y King (1965) hay dos incisivos vestigiales al nacer que se reabsorben después. Los labios carnosos del manatí son altamente móviles y están bien adaptados a recolectar la materia vegetal que constituye la dieta primaria del manatí, actividad que complementan utilizando las aletas pectorales.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Distribución ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Actual/Histórica

MEXICO

El área de distribución de la subespecie Trichechus manatus manatus o Manatí de las Antillas, se extendía desde las aguas costeras y en ríos contiguos alrededor del Golfo de México y Mar Caribe hacia el este de Brasil, la cuenca del Orinoco y las Grandes y Pequeñas Antillas (Domning y Heyek, 1986; Husar, 1977b; Ray, 1960; Reynolds y Odell, 1991; Wing et al., 1968)
La información histórica revela que esta especie fue mucho más abundante de lo que es hoy en día. En México comprendía las zonas costeras del Golfo de México y Mar Caribe, desde Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán hasta Quintana Roo hacia el sur.

El área de distribución actual de la subespecie Trichechus manatus manatus o Manatí de las Antillas, se extiende desde las aguas costeras y en ríos contiguos de Alvarado Veracruz, México, alrededor del Golfo de México y Mar Caribe hasta aproximadamente los 19º S en Brasil, incluyendo la cuenca del Orinoco y algunas islas de las Grandes y Pequeñas Antillas tales como Cuba, Jamaica y Puerto Rico. Hay un registro reciente para la Isla Grand Bahama (Anónimo, 1976; Domning y Heyek, 1986; Husar, 1977b; Ray, 1960; Reynolds y Odell, 1991; Wing et al., 1968). El rango de distribución de la especie se extiende hacia el sur a través de América Central y Sudamérica,. En las Antillas, los manatíes se conocen desde las Grandes Antillas incluyendo
Río Palmas y Soto la Marina, Veracruz; Alvarado, Veracruz; Tabasco y Chiapas; Quintana Roo, cerca del borde con Belice en la Bahía de Chetumal y el Río Hondo.

MEXICO / CHIAPAS

El manatí antillano se distribuye en este estado, sin embargo, no se cuenta con coordenadas de algunos registros.

MEXICO / QUINTANA ROO

El Estado de Quintana Roo se encuentra ubicado en los 17º49'N y 21º37'N y entre los 86º44''W y los 89º24'W (Escobar, 1980).
La Bahía de Chetumal se encuentra en la parte sureste del estado de Quintana Roo entre los paralelos 18º10'N y 18º51'N y entre los meridianos 87º51'W y 88º19'W.
Río Hondo: 17º50'N y 18º30'N y entre los 88º15'W y 89º01'W.

MEXICO / TABASCO

El manatí antillano se distribuye en este estado, sin embargo, no se cuenta con coordenadas de algunos registros.

MEXICO / VERACRUZ

Se distribuye la especie en el Sistema Lagunar de Alvarado.

Regiones Marinas Prioritarias: Bahía Chetumal

La Bahía de Chetumal se encuentra en la parte sureste del estado de Quintana Roo entre los paralelos 18º10'N y 18º51'N y entre los meridianos 87º51'W y 88º19'W.

Regiones Marinas Prioritarias: Sist. Lagunar de Alvarado

No se tiene información disponible sobre coordenadas de algunos registros.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Ecología ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Historia de vida

El manatí, como mamífero, es una especie vivípara y homeoterma y es la única especie de mamífero marino herbívora. A pesar de que hay movimientos evidentes hacia aguas cálidas en la época fría del año, Hartman (1979) ha concluido que no existen rutas migratorias específicas para la especie. Se cree que los individuos se mueven hacia adentro y hacia fuera de áreas virtualmente azarosas y por períodos de tiempo variables.
Los manatíes pasan casi todo su tiempo en áreas donde el suministro de alimento es mayor y se menciona que los movimientos locales y regionales de estos animales están principalmente determinado por la disponibilidad de plantas preferentes y que cambian de sitio respondiendo a las necesidades de alimentación (Zárate, 1990).
El manatí no es un animal gregario y la única asociación estable la conforman la hembra con su cría, considerándose así, un animal moderadamente social.
Los manatíes son animales moderadamente sociales, a excepción de las actividades básicas que realizan como es la cópula o la interacción entre una madre y su cría. Cada individuo aparentemente lleva a cabo sus propias actividades la mayor parte del tiempo siendo independiente de otros.
De acuerdo a Zárate (1990) la distribución del manatí en la porción sur de Quintana Roo (Bahía de Chetumal-Río Hondo), la presencia del manatí está determinada por la disponibilidad de vegetación acuática (considerada como posible alimento) y por agua con baja salinidad, además de que la temperatura mínima de este lugar está dentro del rango tolerable para la especie. La profundidad y turbidez de esta zona no se consideran factores determinantes para la presencia de la especie en el área.
Los manatíes se encuentran distribuidos en casi todo el transecto anteriormente mencionado, existiendo una mayor concentración de animales en las zonas NW y SW. Respecto a la distribución estacional, hay más animales para las estaciones de primavera y otoño. Los movimientos que presenta el manatí dentro del área están determinados primeramente por los cambios ambientales como las bajas temperaturas registradas en invierno y a la búsqueda de áreas protegidas. Al parecer la población que se encuentra aquí es la misma que se encuentra en Belice.

Fenología

Esta especie se encuentra en ríos, estuarios y áreas costeras de regiones tropicales y subtropicales del Atlántico. Viven tanto en agua dulce como salina, en regiones someras con mucha vegetación, generalmente moviéndose hacia manantiales cálidos de agua dulce o alrededor de plantas de poder que liberan agua caliente a las que se dirigen en los meses más fríos del año, ya que pueden morir por heladas o frentes fríos. Los manatíes pequeños son los más vulnerables a las bajas temperaturas de los días fríos del año o de cuando se presentan heladas. Al parecer la capa de grasa del manatí es un aislante poco eficiente y esta especie cuenta con limitadas habilidades para incrementar su ritmo metabólico y compensar la pérdida de calor durante el clima frío. El frío puede ocasionar que los manatíes dejen de alimentarse, trayendo como consecuencia que la reserva de grasa disminuya y que también se deshidraten. En Florida, el clima frío invernal es impredecible y es una causa principal de mortalidad de la especie.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Estado de conservación ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
NOM-059-SEMARNAT-2001

P en peligro de extinción

NOM-059-SEMARNAT-2010

P en peligro de extinción
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Estrategia trófica ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Es una especie herbívora que se alimenta de vegetación sumergida, pastos marinos y plantas flotantes o emergentes. En cautiverio, los manatíes pueden llegar a ingerir hasta 75 kg de vegetación diariamente. Estos organismos presentan papilas gustativas en la parte anterior de la lengua y huesos nasales internos reducidos en los que está presente tejido olfatorio. Se ha observado que a pesar de alimentarse de casi cualquier cosa, parecen rechazar algunas especies de plantas que se conoce contienen compuestos naturales nocivos (Reynolds y Odell, 1991).
Los manatíes son muy flexibles con sus requerimientos alimenticios que pueden mantenerse en la mayoría de los hábitats subacuáticos que alcanzan, en su mayoría son herbívoros y oportunistas. La especie se alimenta de una gran variedad de vegetación sumergida, emergente o flotante. En agua salada, se alimentan principalmente de varias especies de pastos marinos, incluyendo Thalassia testudinum, Syringodium filiforme y Halodule wrightii; por otro lado se pueden alimentar de algunas especies de algas, hojas de mangle y brotes de mangle rojo. En agua dulce, se alimentan de plantas, incluyendo Hydrilla verticillata, algas y de Eichornia crassipes. Se ha reportado que estos animales oportunistas forrajean ramas colgantes, consumen bellotas e incluso se arrastran hasta las orillas para consumir vegetación. Los manatíes de Florida se alimentan de aproximadamente 60 especies de plantas, sin embargo evitan las algas verde azules que contienen toxinas. Hay suficiente evidencia en cuanto a su comportamiento que revela que tienen una necesidad por beber agua dulce (Caldwell y Caldwell, 1985).
Generalmente utilizan sus labios para obtener alimento y generalmente utilizan sus aletas pectorales para guiar la comida hacia el interior de sus bocas. De acuerdo con Hartman (1971) la especie se alimente por períodos de entre 6 y 8 horas/día, en sesiones de entre 1 y 2 horas. Aparentemente los manatíes ingieren buenas cantidades de invertebrados que se adhieren a la vegetación sobre la cual se alimentan, sin embargo estos organismos se consumen accidentalmente, siendo una fuente importante de proteína para los manatíes, especialmente los artrópodos que consumen accidentalmente (Hartman, 1979). En cautiverio los manatíes se alimentan de una variedad de peces muertos, y al parecer en Jamaica capturan peces muertos de redes (Powell et al., 1978).

лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Hábitat ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
La especie habita aguas costeras someras, estuarios, bahías, lagunas y ríos. Típicamente forrajean en los pastos marinos que se encuentran tanto en agua dulce y ecosistemas salinos adyacentes someros. Generalmente son nadadores lentos, sin embargo pueden llegar a alcanzar por periodos cortos altas velocidades. El promedio de duración de los buceos es de 4 min, alcanzando hasta los 24 min.
En Belice y Honduras estos organismos se observan en áreas costeras pero cerca de las bocas de los ríos (Bengston y Magor, 1979; McCarty, 1986). Rathbund et al. (1983) mencionan que los manatíes se encuentran únicamente en hábitats donde haya agua dulce; O'Shea et al. (1986) mencionan también que necesitan acceso periódico a fuentes de agua dulce. Powell et al., 1981 han encontrado que en Puerto Rico la disponibilidad de agua dulce puede influir en la distribución del manatí, aunque al igual que lo que ocurre en República Dominicana, estos mismos autores encontraron que preferían medios completamente marinos y que visitaban las bocas de los ríos (Belitsky y Belitsky, 1980).
Zárate (1990) reporta que para la porción sur de Quintana Roo los manatíes se encontraron con mayor frecuencia en lugares donde la salinidad era baja y en zonas donde el agua es más cálida durante el invierno. Se sabe que los manatíes son sensibles a las temperaturas bajas (Ronald et al., 1978). El intervalo mínimo de temperatura tolerable para el manatí es de 16-18ºC (Ronald et al., 1978). De acuerdo a Zárate (1990) al sur de Quintana Roo los manatíes se encontraron, en aguas poco profundas (de no más de 2m) y casi siempre cerca de la orilla (a no más de 1km), aunque se llegaron a observar en ocasiones que se desplazaban en aguas profundas como en el Río Hondo (de 10m de profundidad) y áreas como los ojos de agua ubicados al NE y NW de la Bahía de Chetumal (con profundidades mayores de 7-8m). Se sabe que los manatíes se pueden desplazar a grandes distancias lejos de la costa y a profundidades de 41m (Reynolds y Ferguson, 1984), sin embargo Hartman (1979) menciona que prefieren lugares con poca profundidad para vivir.
Los factores ecológicos que determinan la presencia del manatí son primeramente el tener vegetación acuática disponible como alimento, agua dulce o salobre y temperatura agradable. O'Shea et al. (1980) y Rathbun et al. (1983) mencionan que la presencia del manatí está determinada por la obtención de agua dulce, abundante vegetación acuática y áreas de refugio.

Macroclima

El manatí antillano prefiere bahías someras, aguas estuarinas y ríos con pocas corrientes.
La distribución costera del manatí, a pesar de ser extensa, no es necesariamente continua. Los manatíes tienden a congregarse en ciertas áreas dentro de un rango geográfico en donde existan las condiciones ecológicas necesarias para satisfacer sus necesidades. Pueden llegar a distribuirse hasta zonas muy cercanas a la costa, o bien presentar una distribución a manera de parches, como ocurre en ciertos manantiales y ríos. En Puerto Rico, los manatíes son en su mayoría marinos en su distribución, sin embargo se ha observado que se llegan a congregar dentro de los 5 km de fuentes de agua dulce naturales o artificiales (Powell et al., 1981). Poca tolerancia a temperaturas menores a los 20ºC. Pueden realizar movimientos estacionales extensivos de zonas someras hacia zonas más profundas, hasta alcanzar los 1,700 km de viaje redondo (Wynne y Schwartz, 1999).

Tipo de ambiente

El área de distribución de la especie abarca ríos, estuarios y áreas costeras de regiones tropicales y subtropicales del Atlántico. Frecuentemente llegan a entrar a cuerpos de agua creados por el hombre, como son los canales. Viven tanto en agua dulce como salina, en regiones someras con mucha vegetación, generalmente moviéndose hacia manantiales cálidos de agua dulce o alrededor de plantas de poder que liberan agua caliente a las que se dirigen en los meses más fríos del año, dispersándose después hacia aguas cálidas salinas por el resto del año.
A pesar de que hay movimientos evidentes hacia aguas cálidas en la época fría del año, Hartman (1979) ha concluido que no existen rutas migratorias específicas para la especie. Se cree que los individuos se mueven hacia dentro y hacia fuera de áreas virtualmente azarosas y por períodos de tiempo variables. Su comportamiento nómada probablemente cubre varios cientos de kilómetros de la línea de costa.
Se ha observado que los manatíes en cautiverio se desarrollan mejor en aguas con temperaturas entre los 16ºC y 30ºC (Brownell et al., 1978).

Uso de hábitat

El área de distribución de la especie abarca ríos, estuarios y áreas costeras de regiones tropicales y subtropicales del Atlántico. Frecuentemente llegan a entrar a cuerpos de agua creados por el hombre, como son los canales. Viven tanto en agua dulce como salina, en regiones someras con mucha vegetación, generalmente moviéndose hacia manantiales cálidos de agua dulce o alrededor de plantas de poder que liberan agua caliente a las que se dirigen en los meses más fríos del año, dispersándose después hacia aguas cálidas salinas por el resto del año.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Relevancia de la especie ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Relevancia de la especie

Valor estético-recreativo: es una especie costera y tranquila, la cual se puede llegar a observar desde embarcaciones o practicando buceo SCUBA o bien en cautiverio para estudios fisiológicos y entretenimiento de pequeños y adultos.

Valor educativo: Como ocurre con los cetáceos, este valor se relaciona con la concientización que logra el público que lo observa al conocer algunos aspectos importantes de su biología o de su ambiente. Por otro lado, también se contribuye al cambio social que se enfoca hacia el uso racional de los recursos.

Valor científico: A pesar de ser una especie costera y de relativamente fácil acceso, aún faltan conocimientos sobre su biología, los cuales puedan ser útiles para su adecuado manejo.

Valor económico: Puede ser una especie que se aproveche como recurso turístico. Por otro lado se podrían utilizar como controladores biológicos de malezas, como ha sido empleado en Guyana (Campbell y Gicca, 1978); para controlar el sobrecrecimiento de ciertas plantas acuáticas que llegan a bloquear canales para la navegación (Caldwell y Caldwell, 1985); o como controladores de los nutrientes en las comunidades de pastos acuáticos, beneficiando significativamente a las pesquerías.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio

Reproducción ( шпански; кастиљски )

добавил Conabio
Hartman (1979) estimó que los manatíes alcanzan la madurez sexual entre los 3 y 5 años, sin embargo, con base en las curvas de crecimiento, se ha concluido que las hembras no llegan a ser reproductivamente maduras sino hasta los 7 u 8 años de edad y los machos hasta los 9 ó 10 años de edad (Brownell et al., 1978).
Aparentemente los manatíes machos son sexualmente activos durante todo el año. Las hembras raramente se encuentran receptivas aún cuando estén en aparente estro y rodeadas por un grupo de machos que sean atraídos por ella (Caldwell y Caldwell, 1985). Durante la cópula, ambos individuos permanecen horizontalmente en el agua, a una profundidad suficiente para permitir que los dos animales se encuentren en una posición de vientre con vientre (Hartman, 1979). La actividad precopulatoria es intensa, tanto los machos jóvenes, como los adultos persiguen la hembra no receptiva que se encuentra en estro, empujándola, mientras que ella trata de mantener su área genital lejos de ellos hasta llegar al grado de poder vararse en aguas muy someras (Hartman, 1971; Caldwell y Caldwell, 1985). La actividad precopulatoria, caracterizada por prolongada y a veces violenta tiene una finalidad fisiológica. Las hembras pudieran tener varios períodos estrales estériles antes de concebir exitosamente. Al parecer, los manatíes pueden reproducirse durante todo el año, teniendo generalmente una cría, aunque raramente se pueden producir gemelos. El intervalo de reproducción es de 2-5 años después de la gestación, la cual dura aproximadamente doce meses, sin embargo se ha observado que si una hembra pierde su cría poco después de que haya nacido, pudiera tener otra después de poco menos de 2 años. Las crías generalmente nacen de cola, sin embargo pueden nacer mostrando primero la cabeza, en aguas tranquilas y en canales. Al nacer las crías miden aproximadamente entre 1.2-1.3 m, pesando entre 27.7-36.3 kg. Las crías pueden mamar de cualquiera de las dos glándulas mamarias de la madre, sin mostrar preferencia por alguna de las dos. Durante esta actividad, la madre y la cría flotan en una posición horizontal y la cría se aproxima después en cierto ángulo. La madre no le ayuda a la cría en ocasiones, manteniendo su aleta pectoral fuera del camino. Se desconoce el tiempo en el que se desteta la cría, sin embargo se cree que el período de lactancia dura entre 1 y 2 años, tiempo que dura la asociación entre las hembras y sus crías. Las crías comienzan a forrajear por lo menos al final del tercer mes de vida, aunque quizá pudiera ser mucho antes (Hartman, 1979). Una cría que se alimenta con comida sólida continuamente regresa a amamantarse incluso por un año o más. Algunas hembras en cautiverio han sido observadas amamantando tanto a un manatí recién nacido, como a una cría más grande, intercambiando crías para ser alimentadas. Las hembras pueden llegar a mantener a su cría en su lomo o aleta caudal por varias horas, subiéndola y bajándola, posiblemente para ayudar a la cría a establecer su ritmo respiratorio (Moore, 1951b; Reynolds, 1977). La especie puede llegar a vivir hasta 60 años.
Las hembras en estro atraen temporalmente asociaciones de machos adultos y jóvenes por períodos de hasta 1 mes. Hasta 17 machos se han visto involucrados en querer copular con una sola hembra en estro. La actividad sexual entre dos manatíes estimula a otros machos en el área a que participen en la actividad sexual. Su atención será dirigida a la hembra en estro o hacia otras hembras no receptivas o incluso hacia otros machos en el área.
Los manatíes del sur de Florida aparentemente se reproducen todo el año (Rreynolds, 1977), además presentan crías todo el año, sin embargo al parecer, es durante la primavera y otoño el pico de nacimientos (Brownell et al., 1978). No se conoce si los manatíes son estacionalmente poliestros o si tiene un solo período estral (Reynolds, 1977).

Fecundidad

El intervalo de reproducción es de 2-5 años después de la gestación, la cual dura aproximadamente doce meses, sin embargo se ha observado que si una hembra pierde su cría poco después de que haya nacido, pudiera tener otra después de poco menos de 2 años.
лиценца
cc-by-nc-sa-2.5
авторски права
CONABIO
библиографски навод
Urbán Ramírez, J. y Guerrero, M. 2002 . Ficha técnica de Trichechus manatus. En: Urbán Ramírez, J. (compilador). Conocimiento biológico de las especies de mamíferos marinos (Cetáceos, Sirenios y Carnívoros), incluidas en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-059-ECOL-2000 . Departamento de Biología Marina, Área Interdisciplinaria de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Baja California Sur . Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. W038 . México, D.F.
автор
Urbán Ramírez, J.
автор
Guerrero, M.
изворно
посети извор
соработничко мреж. место
Conabio